AYER, APENAS AYER.
La casa de la abuela. chanclas
Ahora que me voy haciendo un poco mayor me gusta recordarte, vieja casa, ya solo una ruina.
Recordar aquellos veranos en los que viajaba a un pueblito bueno, mi pueblito, porque esa era la opción, simplemente. No había otra. No hacia falta que ninguna marca de bebida refrescante te animase a ello.
Recordar es bueno. Los recuerdos son nuestro equipaje.
Ojala mañana los recuerdos de los que vienen detrás tengan al sabor dulce de los mios.
Recuerdo a mi abuela, una mujer recia, luchadora, sobreviviente, con carácter.
La recuerdo comiendo, sentada, acurrucada casi, mimetizada , en aquel rincón de la oscura cocina. La recuerdo con la azada y el cesto en la huerta, la recuerdo con el candil humeante, agarrándome de la mano para que no cayese por las pindias y desiguales escaleras mientras íbamos a ver si todas las gallinas estaban a buen recaudo del zorro.
Recuerdo aquella noche de verano de 1.969 en la que, asombrados, mirábamos aquella luna en la que el hombre acababa de posarse. Que contento estaba yo con aquel minúsculo transistor que me acababan de regalar!
Recuerdo mis viajes a la fuente a por agua, con el caldero de zinc. ¡ Como pesaba el condenado en el viaje de vuelta y que daño hacia su roce en mis rodillas desnudas!
Recuerdo mis viajes a la fuente a por agua, con el caldero de zinc. ¡ Como pesaba el condenado en el viaje de vuelta y que daño hacia su roce en mis rodillas desnudas!
Y tu viejo burro, tío Gilio...? ¡Como me gustaba verle retozando en la tierra antes de entrar en la cuadra!
Y los primos, los de Bilbao, a los que seguía y admiraba con la adoración con la que se mira a los mayores.
Y aquella que se me antojaba a mi, pobre niño de ciudad, la gran
aventura: ir a buscar la yegua al cierro con un simple cordel (Se dice ronzal, primos?) No existía Indiana Jones todavía pero podría haberle inventado yo.
Os recuerdo a vosotros mis queridos tíos, jóvenes y fuertes.
Aquel pequeño espejo colgado en el balcón ahora inexistente, la brocha, el jabón de afeitar, las MSA...
Ahora que me voy haciendo un poco mayor me gusta recordarte, y tus recuerdos son casi como un sueño que soñé apenas ayer.
Aquel pequeño espejo colgado en el balcón ahora inexistente, la brocha, el jabón de afeitar, las MSA...
Ahora que me voy haciendo un poco mayor me gusta recordarte, y tus recuerdos son casi como un sueño que soñé apenas ayer.
Sólo te puedo decir que despues de leer esto estoy llorando (un poco). Tienes una buena mochila, un beso
ResponderEliminarTexto y foto como una unidad indisoluble, que sed complementan y amplían mutuamente información.
ResponderEliminarUna belleza de entrada
Un abrazo
La foto parece haber salido de un cuento.
ResponderEliminarMe gusta!
Saludos
Hermoso recuerdo, el descrito. La ventaja de todo esto... es hacerse "un poco mayor", entonces los recuerdos te transportan en el tiempo y en el espacio a otros momento, donde otras figuras toman "vida" y donde por analogía se levanta un nuevo telón y la imaginación te transporta a otras vivencias.
ResponderEliminarQue satisfacción, es poder llegar los uno y los otros a comentar, vivencias de nuestra infancia. Gracias Chanclas.
Abrazo (Jovencito) Ramón.
· Cuando una imagen sugiere... Es lo que tienen esas viejas casas, y tu le has dado un tratamiento 'poético', que nos llevan a nuestra semiperdida niñez. Un texto sensible, con la ternura justa para encandilarnos a todos.
· Saludos
CR· & ·LMA
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Los recuerdos afloran y los sentimientos inundan lo entrañable. Lo inolvidable.
ResponderEliminarUn abrazo
Me entristecen esas casa abandonadas. Siempre pienso en la que gente que las habitó, cómo podían ser, los gritos y juegos de los niños, alguien que se fue y las cartas que enviaba...
ResponderEliminarAhora tú le has puesto cuerpo, sonidos, imágenes, niños felices que aprendían cada día algo nuevo.
Me ha encantado, podría seguir y seguir...
Un fuerte abrazo.
Desde la añoranza de quien no ha tenido pueblo al que ir en vacaciones, pero también de la niña de pueblo fui, sonrío con tus recuerdos por esa manera de mirar tan común en los niños, asombrada y aventurera,
ResponderEliminaral menos en los de antes, que ahora es otra historia.
La casa en ruinas, con ese tratamiento que parece que va a borrarse de un momento a otro... me recuerda el miedo que a veces siento de que mis recuerdos desaparezcan.
Un beso,
Bueno, torpe.com, normal en tu caso. Es un lugar que nos trae recuerdos y es bueno recordar a los nuestros.
ResponderEliminarUn beso