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Estado en el que se encuentra un cuerpo cuando las fuerzas que actúan sobre él se compensan y anulan recíprocamente
Estado en el que se encuentra un cuerpo cuando las fuerzas que actúan sobre él se compensan y anulan recíprocamente
Me encanta esta toma y la atmosfera ambiental que has logrado.
ResponderEliminarSaludos.
Ramón
Hay un halo de misterio en las luces y sombras de las iglesias: los rayos que se cuelan por las cristaleras, las velas, el fondo negro de los confesionarios, los oscuros rincones...
ResponderEliminarUn momento sereno e intenso a la vez. Nos has metido en esa catedral o iglesia...
ResponderEliminarSaludos
Cuántas cosas se pueden expresar en una fotografía¡ Me gusta, un beso
ResponderEliminarmuy buena, luz e encuadre
ResponderEliminarsaludos
El texto complementa una buenísima foto. Uno puede sentirse en ese oscuro rincon de la Catedral.
ResponderEliminarSaludos
Juan.R.
· La luz se puede encontrar en cualquier lugar... si de fotografía hablamos. Este es un buen ejemplo, y de calidad.
Hay otras luces...
· Saludos cercanos
CR & LMA
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Gracias Ramón. El entorno era propicio
ResponderEliminarSaludos
Si en los tiempos que vivimos nos sigue impresionando el interior de una catedral que sería hace 7 siglos.
ResponderEliminarHay sensaciones atemporales, religiosidad aparte.
Saludos, Tesa.
Entonces, Elvira, he conseguido compartir contigo ese momento mágico.
ResponderEliminarSaludos
Tantas cosas, TORPE, como uoo sea capaz de ver y sentir.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias Zé.
ResponderEliminarSaludos
Gracias Juan R.
ResponderEliminarBienvenido.
ñOCO, tu percepción siempre va un poco más allá. Tu si que sabes ver.
ResponderEliminarSaludos cercanos.
Gran virtud la Paciencia.
ResponderEliminarDe todas formas, una manito de barniz no le vendría mal al "decorado de madera" en cuanto a la luz... creo que le falta enmi opinión, más brillo (cuestión de gusto digo yo).
Abrazos (Brillante) Ramón.
Una magnífica muestra de que la fotografia es luz, si la encuentras no importa el motivo que encuadres.
ResponderEliminarMuy sugerente esa luz deslizándose sobre las paredes de la catedral iluminando ese instante buscado de recogimiento y sosiego.
Una magnífica muestra de que la fotografia es luz, si la encuentras no importa el motivo que encuadres.
ResponderEliminarMuy sugerente esa luz deslizándose sobre las paredes de la catedral iluminando ese instante buscado de recogimiento y sosiego.
Si, amigo Ramón, cuestion de gustos.
ResponderEliminarComo tu sabes muy bien, gran apreciador de la belleza en todos sus aspectos, no solo lo que brilla es bello.
Un abrazo.
Ahí está el punto, Tesa en encontrar la luz. Sea en la fotografia o en la vida.
ResponderEliminarSonó como a milagro... Gracias por pasearte por mis humildisimas letras. Que bonita tierra en la que vives.
ResponderEliminarBesos desde un faro en mitad del mar.
Mar (... la vendedora de humo)
Mar, vendedora de humo, de ilusion, de sueños.
ResponderEliminarBienvenida