LOS PAPALAGI.
El escritor Erich Scheurmann escribió un libro en el que recogía los supuestos discursos de Tuiavii de Tiavea, jefe Samoano. En estos discursos se describe la visión de nuestra civilización que un nativo habría conocido durante un viaje por Europa a principios de 1.900
Si no conocéis esta obra, merece la pena ver con otros ojos, con los ojos de un ser "poco civilizado" las cosas y las actitudes que para nosotros son normales.
Para el resto es una buena oportunidad de releer alguno de los extractos que os propongo.
Para todos es una oportunidad de exponer lo que nos parece nuestra forma de vivir.
LOS PAPALAGI SON POBRES A CAUSA DE SUS MUCHAS COSAS
Permitidme explicaros, hermanos queridos de las muchas islas, qué es UNA COSA. Un coco es una cosa: un matamoscas, un taparrabos, la concha, el anillo del dedo, el recipiente para la comida y el tocado, todo ello son cosas.
Es signo de gran pobreza que alguien necesite muchas cosas, porque de ese modo demuestra que carece de las cosas del Gran Espíritu. Los Papalagi son pobres porque persiguen las cosas como locos. Sin cosas no pueden vivir. Cuando han hecho del caparazón de una tortuga un objeto para arreglar su cabello, hacen un pellejo para esa herramienta, y para el pellejo hacen una caja, y para la caja, una caja más grande. Todo lo envuelven en pellejos y cajas.
PROFESIONES DE LOS PAPALAGI Y LAS CONFUSIONES QUE DE ELLAS RESULTA
Cada Papalagi tiene una profesión. Tener la profesión significa hacer siempre las mismas cosas. Hacerlas tan a menudo que incluso podrías hacerlas con los ojos cerrados y sin esfuerzo alguno.
Algunas veces es estupendo ir a buscar el agua de la ría, puede ser incluso agradable hacerlo un par de veces. Pero si debes transportar el agua de la salida a la puesta del sol, día tras día, cada hora hasta que falla tu fuerza, trayendo y trayendo, al final tirarás tu cubo con ira, amargado por la esclavitud de tu cuerpo. Porque no hay nada tan duro para un hombre como hacer la misma cosa una y otra vez.
EL METAL REDONDO Y EL PAPEL TOSCO.
Y así, en la tierra de los blancos es imposible estar sin dinero, ni siquiera por un momento, entre el amanecer y el ocaso.
Tienes que pagar, que significa dar dinero, por el suelo en el que permaneces de pie, por el punto donde quieres construir tu cabaña, por la estera para la noche, por la luz que brilla en el interior de tu cabaña. Cuando quieres cazar al gorrión o ir a un sitio en el que la gente se divierte, donde cantan y bailan, o si quieres pedir consejo a tu hermano, debes pagar por todo. Incluso para nacer tienes que pagar y, cuando mueres, tu aiga debe pagar, puesto que tú estás muerto y debes pagar para obtener permiso para depositar tu cuerpo en la tierra y por la gran piedra que ponen encima de tu tumba como recordatorio.He descubierto una única cosa por la que no se pide dinero y de la que todo el mundo puede tomar tanto como quiera: el aire para respirar. Pero sospecho que eso ha escapado meramente a su atención y no dudo en decir que, si mis palabras pudieran ser oídas en Europa, inmediatamente pedirían metal y papel tosco por eso también. Porque cada europeo siempre está a la búsqueda de una razón para pedir continuamente más dinero.
Podeis encontrar la totalidad de los textos AQUÍ.
Esta entrada fue propuesta por mi amigo Ramón Caba Robletto.
Si no conocéis esta obra, merece la pena ver con otros ojos, con los ojos de un ser "poco civilizado" las cosas y las actitudes que para nosotros son normales.
Para el resto es una buena oportunidad de releer alguno de los extractos que os propongo.
Para todos es una oportunidad de exponer lo que nos parece nuestra forma de vivir.
LOS PAPALAGI SON POBRES A CAUSA DE SUS MUCHAS COSAS
Permitidme explicaros, hermanos queridos de las muchas islas, qué es UNA COSA. Un coco es una cosa: un matamoscas, un taparrabos, la concha, el anillo del dedo, el recipiente para la comida y el tocado, todo ello son cosas.
Es signo de gran pobreza que alguien necesite muchas cosas, porque de ese modo demuestra que carece de las cosas del Gran Espíritu. Los Papalagi son pobres porque persiguen las cosas como locos. Sin cosas no pueden vivir. Cuando han hecho del caparazón de una tortuga un objeto para arreglar su cabello, hacen un pellejo para esa herramienta, y para el pellejo hacen una caja, y para la caja, una caja más grande. Todo lo envuelven en pellejos y cajas.
PROFESIONES DE LOS PAPALAGI Y LAS CONFUSIONES QUE DE ELLAS RESULTA
Cada Papalagi tiene una profesión. Tener la profesión significa hacer siempre las mismas cosas. Hacerlas tan a menudo que incluso podrías hacerlas con los ojos cerrados y sin esfuerzo alguno.
Algunas veces es estupendo ir a buscar el agua de la ría, puede ser incluso agradable hacerlo un par de veces. Pero si debes transportar el agua de la salida a la puesta del sol, día tras día, cada hora hasta que falla tu fuerza, trayendo y trayendo, al final tirarás tu cubo con ira, amargado por la esclavitud de tu cuerpo. Porque no hay nada tan duro para un hombre como hacer la misma cosa una y otra vez.
EL METAL REDONDO Y EL PAPEL TOSCO.
Y así, en la tierra de los blancos es imposible estar sin dinero, ni siquiera por un momento, entre el amanecer y el ocaso.
Tienes que pagar, que significa dar dinero, por el suelo en el que permaneces de pie, por el punto donde quieres construir tu cabaña, por la estera para la noche, por la luz que brilla en el interior de tu cabaña. Cuando quieres cazar al gorrión o ir a un sitio en el que la gente se divierte, donde cantan y bailan, o si quieres pedir consejo a tu hermano, debes pagar por todo. Incluso para nacer tienes que pagar y, cuando mueres, tu aiga debe pagar, puesto que tú estás muerto y debes pagar para obtener permiso para depositar tu cuerpo en la tierra y por la gran piedra que ponen encima de tu tumba como recordatorio.He descubierto una única cosa por la que no se pide dinero y de la que todo el mundo puede tomar tanto como quiera: el aire para respirar. Pero sospecho que eso ha escapado meramente a su atención y no dudo en decir que, si mis palabras pudieran ser oídas en Europa, inmediatamente pedirían metal y papel tosco por eso también. Porque cada europeo siempre está a la búsqueda de una razón para pedir continuamente más dinero.
Podeis encontrar la totalidad de los textos AQUÍ.
Esta entrada fue propuesta por mi amigo Ramón Caba Robletto.
Descansa un poco Chanclas, que mañana es día de trabajo, para eso somos PAPALAGI.
ResponderEliminarMe gusta lo de "poco civilizados"... y me pregunto quien somos nosotros para clasificarlos.
Viene a mi memoria mis años en Africa, que felices son con tan poco, aunque también hay mucho hambre, es verdad, pero yo no la vi, lo que si vi fue muchos PAPALAGIS africanos, con 3 móviles, buscando dinero debajo de las piedras, todo cambia amigo mío, seguro que si Tuiavii de Tiavea levantara la cabeza… como cambia todo.
Un placer leerte, un abrazo capitán.
Ays... pobres papalagi, tener que vivir sin ordenador ni teléfono móvil...
ResponderEliminarSé que me tienen llamado muchas cosas, más de un marinero cabreado. Pero Papalagi, es la primera que oigo, jajaja “Y que no se le ocurra a ninguno”.
ResponderEliminarCuánta razón tiene el jefe Tuiavii de Tiavea. El afán de posesiones es lo que más empobrece al ser humano, no se para que, porque como se suele a decir, al final no nos vamos a llevar nada. Pero bueno, está claro que sin ordenador no podría haber leído un post tan interesante.
Un abrazo compañero
Cuando analizas nuestro mundo ("desarrollado")desde la distancia de lo sencillo y humilde, es cuando te das cuenta de lo absurdo y sin sentido de esta vida. Pero acaso, en algún momento, tendremos el valor de transformarla?
ResponderEliminarSencillamente magnífico
Un abrazo
Ver las cosas desde otro punto de vista nos da a entender que la "verdad" depende de la capacidad de percepción y comparación con nuestro alrededor. Pregunto ¿Quien esta en poder abosoluto de lo verdadero de la razón?... Depende del "Hombre y sus circunstancias".
ResponderEliminarEn la recopilación de los supuestos discuros de l Jefe Tuiavii, (Copio textualmente un fragmento sobre el tiempo [ ]... el tiempo lo toman muy en serio y cuentan toda clase de tonterías sobre él. Aunque nunca habrá más tiempo entre el amanecer y el ocaso, esto no es suficiente para ellos. Debe ser una enfermedad. Lamentos comunes de la gente blanca (Papalagi) El tiempo se desvanece como el humo, el tiempo corre, y dame un poco más de tiempo. Un hombre que no respeta el tiempo es una perdida de tiempo.
Otra vez vi un Papalagi que tenia tiempo y nunca se lamentaba a causa de él. Pero ese hombre era pobre, sucio y despreciado... Ese hombre tenia tiempo pero no era feliz.
Cojamos sus pequeñas y redondas máquinas del tiempo, aplástemolas y digámosle que hay más tiempo entre el amanecer y el ocaso del que el hombre ordinario pueda gastar.
Hasta aquí la visión de una verdad aplastante, me atreveria a decir que el contenido del mismo guarda una cierta relación con otro "pequeño" pero Gran escrito, me refiero a El Principito de Antonie de Saint-Exupèry. Toda una reflexión Educativa, más aun en los tiempos que corremos, nuna mejor dicho. Gracias, un abrazo a todos.
Querido Chanclas... cuenta una leyenda que un rico y poderoso rey, sintiéndose cierto día taciturno, mandó a sus soldados a casa del pobre a por su camisa.
ResponderEliminar" Traerme la camisa del pobre" ordenó.
El consejero del rey, estupefacto, le preguntó: " Majestad ¿porqué teniéndo todo cuanto desee, ansía la camisa del pobre?"
A lo que el poderoso soberano contestó: "Poseo más de mil trajes, cien mil túnicas y veinte mil camisas bordadas en oro, más soy desdichado. Sin embargo, he observado que el pobre, día tras día se pone la misma camisa azul raída, y es inmensamente felíz. Por eso, deseo la camisa del pobre".
No nos hacen más ricos nuestras posesiones, si no, nuestros corazones.
Magnífica entrada amigo mío. Bella.
Mil besitos!!!
Gracias amig@s por vuestras opiniones y comentarios. Todas interesantes, algúnas geniales.
ResponderEliminarPAPALAGIS africanos, con 3 móviles.
Sé que me tienen llamado muchas cosas, más de un marinero cabreado. Pero Papalagi, es la primera que oigo.
No nos hacen más ricos nuestras posesiones, si no, nuestros corazones.
No es más feliz el que más tiene sino el que menos necesita. Y esta frase vale para casi todo. Depende de nuestros mínimos y sobre todo de dónde hayamos nacido.
ResponderEliminarNecesitaríamos muchos jefes samoanos que contaran cómo nos ven...
Un descubrimiento este libro, Chanclas. Un besín.
Pues sí Anne,todo un descubrimiento. Siempre hay algo nuevo que descubrir. Menos mal porque si no esta vida resultaría muy muy aburrida. Otro para ti.
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