En el parque.
El hombre del transistor. chanclas
Aprieta el transistor contra su pecho.
Como si quisiera sentir fuerte el latido de ese corazón atrapado entre sus manos.
De ese compañero que le lleva lejos del banco de la plaza.
Mira sin ver a los que disimuladamente le observan al pasar.
La música siempre fiel, le rodea como si se tratase de una burbuja que le aisla y le proteje.
Su salvoconducto y su refugio.
Ajeno a lo que pasa a su alrededor...
¿Locura o felicidad?
Escucha Moon River. Louis Armstrong
Ambas!!! Me atrevo a decir que ambas, por qué??? porque yo también lo aprieto hacia mí, y me abstraigo de todo lo demás. La voz, la música que me aleja de todo el resto, para crear mi propio espacio, para sentir mi propio mundo. ¿Egoísta??? en ciertos momentos, es necesario ser un poquito, Yo, pues, uno necesita conectarse consigo mismo. Acaso estos aparatos fueron diseñados para compartir???? nah! son para uno, aunque al resto en ese momento le duela.
ResponderEliminarEstá hermoso el momento, seguro para los que pasan un loco que sigue la música con el pie, movimiento de manos, y hasta de cabeza, tal véz hasta tararea la canción y se le escucha divertido y desafinado. Feliz? en ese momento, TOTAL!!!
Un abrazo Chanclas, me haces soñar con tus entradas, y me dejo llevar. uffffffff
Anouna
Joder, me entristecen estas imágenes, tal vez porque me niegue a envejecer, o al menos a terminar siendo un "objeto" más en un parque, o el pasajero de un autocar de viaje del Inserso ... Esta vida es una m.... ¿te imaginas cuantas cosas ha hecho y podrá seguir haciendo este hombre?????
ResponderEliminarAbrazos
No se que decir... quizás LOCURA por que hoy en día es muy difícil ver esta imagen, todo el mundo va con los auriculares puestos (Yo el primero), a nadie le gusta compartir la música, la queremos para nosotros solos... ¿egoísmo o será el miedo a que el vecino te denuncie por poner música?, otra cuestión para ti amigo Chanclas.
ResponderEliminarPero si es verdad que antes era mejor, paseabas por la calle y escuchabas las diferentes músicas de los vecinos, en función de sus gustos: rock, pop, opera, etc., desde luego era mas enriquecedor, pero los tiempos cambian y las personas... también.
Un abrazo capitán.
Mas bien su musica es el salvoconducto para refugiarse en su feliz locura... o sea, lo que tu dijiste.
ResponderEliminarUna buena composicion, imagen, texto, musica, Enhorabuena.
Cojete un whisky y echale un vistazo a mi ultimo post, te va a gustar.
Chanclas, a mi me transmite tristeza. Generalmente, esos estados de "locura" son consecuencia de que algo ha salido mal en la vida. Tener como compañero de banco un transistor no está mal, si solo es para un rato y alguien te espera fuera del parque para seguir compartiendo tu música. Un beso.
ResponderEliminarAl menos no ha sucumbido al influjo de los auriculares y el mp3. Creo que afortunadamente jamás sabrá lo que es y si lo sabe, no le interesa.
ResponderEliminarEn una radio todo lo que suena es imprevisible y la vida a veces debería de ser así. Como abrir un blog desconocido y quedarte pegado a él.
Un abrazo
De verdad que muchas veces me quedo sorprendido cuando leo los comentarios a una entrada. Qué variedad de opiniones puede provocar una situación.
ResponderEliminarAnouna, sigue siendo egoista si de ahí procede parte de tu inspiración.
Angel, te entiendo perfectamente. Envejecer es duro por mucho que lo queramos vestir de celofan de colores. Si nuestro cuerpo puede, tenemos que ser capaces de prohibir a nuestra mente a que nos aparque a un oscuro rincon de la vida.
Nano tu reflexión acerca de que nuestros vecinos puedan denunciarnos por la música me recuerda otro tema que propondré otro día.
Un abrazo a todos
Capitan, a tí te asocio permanentemente con la música pero no te veo setado en un banco. ¡Larga vida al rock ...o al jazz! A lo que sea pero ¡larga vida!
ResponderEliminarAnne tú y tu necesidad de compañía. En este caso, tristemente, nadie le espera a la puerta del parque. Por cierto dudo de habr colocado las comas en el stio adecuado. Ver http://annebonn.blogspot.com/2009/09/el-valor-de-una-coma.html
Jan, creo que nuestro protagonista no sabe ni quiere saber de MP3 ni de tecnologías. En realidad creo que el propio transistor en si mismo se ha convertido en una prolongación de su cuerpo.
Gracias por tu visita. Me gustan tus opiniones.
Estoy con Jan...aqui el sabor lo pone el vibrante transistor.
ResponderEliminarUn placer