Gallinas lejanas

Milú, el favicon de chanclas

En el largo invierno buscaba los huidizos rayos de sol con igual necesidad con la que en el verano se refugiaba a la sombra refrescante del destartalado banco de madera.
Las noches lluviosas y frías compartía refugio y compañía con Kíe, su peludo complice.
El aspecto desaliñado, descuidado, casi callejero.
Su momento del dia era la llegada del cartero. El amarillo de su moto le ponía como una idem. La descarga de adrenalina solo era comparable con la de los ciclistas domingueros, sudorosos y sorprendidos al oir sus ladridos en mitad de la empinada cuesta.
¡Cuantos de ellos tuvieron que apearse, incapaces de seguir su marcha!
Pero lo que de verdad le gustaba era hacer furtivas cacerias.
Escapar buscando cualquier agujero imposible o aprovechando cualquier descuido.
Atravesar los prados hasta llegar a su particular territorio de caza: ¡¡ EL GALLINERO PROHIBÍDO !!

Luego, su vida, como nos pasa a los humanos, cambió de repente y se fué a vivir a la ciudad.
Ahora es un urbanita y vive en un 4º piso
Su aspecto ha mejorado mucho aunque está tendiendo a la obesidad
Sale a dar sus reglamentarios paseos ciudadanos
En su madrugadora salida de la mañana huye de los dragones rugientes que salen a su encuentro aunque no sean si no ruidosas y destellantes máquinas que limpian las calles.
Sigue buscando el sol en invierno y la sombra en verano aunque su espacio vital se haya reducido a unos pocos m2
Se llama Milú, y ha pasado a formar parte del Blog convirtiendose en su favicon, ese pequeño icono que aparece, aunque no siempre, (cosas de la técnica) en la barra de direcciones del explorador.
Aunque ahora sea casi famoso creo que añora las cacerias y me parece oirle suspirar al recordar aquellas gallinas lejanas.

Favicon abreviatura del inglés 'favorites icon'

Comentarios

  1. La vida cambia, Milú. Qué nos vas a contar a los humanos! Tú has pasado de una vida más “salvaje” y “libertina” a otra más acomodada, más de hogar. No sé si es que te has hecho un poco mayor, pero te noto más tranquilo e incluso entrañable. Siempre se pierde algo, pero hay recompensas. No persigues gallinas pero dormitas a nuestros pies mientras vemos una peli y apoyas tu cabecita en nuestra pierna para conseguir algún pedazo de cualquier cosa. No está mal, además ahora eres el vigía de nuestras emocionantes singladuras.

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  2. Hola chanclas,me conoces?
    Si,se que me concoes soy la primogenita de Anne Bonny.

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